Todos sabemos que organizar una fiesta resulta bastante laborioso, ya que, hay que poner atención a muchos detalles simultáneamente. Sin embargo, una fastuosa celebración en el mejor lugar con un espectacular banquete y los invitados más selectos, perdería brillo si los camareros para eventos que la atienden no están a la altura de las circunstancias.
Eso significa que para un evento destacado usted no debería escoger a los hijos de unos amigos, que no tienen ninguna práctica, porque necesitan ganar un poco de dinero. Tampoco, contratar a la primera agencia de festejos que se consiguió al pasar por la calle. La clave está en recurrir a gente comprometida, formada y de reconocida experiencia.
Un buen camarero para eventos se distingue por sus condiciones humanas y profesionales
Malos gestos o actitudes, lentitud en el servicio, falta de información respecto a las características de los platos, son errores que un personal idóneo no puede permitirse. Lo que sí esperamos encontrar en cada uno de ellos es que:
- Sea agradable y cree un ambiente sano, relacionándose empáticamente con los invitados. Asimismo, paciente al escuchar y atender los requerimientos del público. Y en especial, tolerante con aquellas personas de trato difícil.
- Muestre una atractiva sonrisa. Por supuesto, una persona con daños en la dentadura aún es capaz de prestar un excelente servicio, pero, la imagen es importante. Por suerte, hoy en día, es fácil y económico corregir los problemas de dientes torcidos, fracturados o manchados por medio de las prácticas carillas dentales composite. Es solo cuestión de dirigirse a una clínica estética odontológica y solicitarlo.
- Esté comprometido con su trabajo. El mejor camarero es consciente de que la obligación no es únicamente ofrecer los entremeses y las bebidas, ni repartir la cena, sino que su labor es parte fundamental del apropiado desarrollo de la fiesta.
- Sepa manejar adecuadamente el estrés. A pesar de la presión, el ruido y los apuros, sabe actuar con calmada postura en todo momento.
- Sea ágil, para que, a la hora de presentarse un inconveniente, piense rápido con proactividad y ofrezca una solución sin demora.
- Conozca el menú. Debe estar al tanto de la composición y proceso de elaboración de toda la comida presente, pudiendo responder con precisión cualquier pregunta relacionada.
- Sea muy observador. Previendo las necesidades de la gente, repartiendo los bocadillos con equidad entre las mesas a su cargo y manteniendo los vasos o las copas llenas con lo que corresponda.
En resumen, no cualquiera puede ser un camarero para eventos. Se requiere inteligencia, educación y respeto y principalmente, conocimiento profundo del arte de servir a las mesas con gracia y talento. Busque y aprecie estas cualidades en cada individuo que practique el oficio. Preferiblemente, acuda a una agencia especializada que ofrezca este tipo de recurso humano.